Diez cuerdas de terreno, 200 caballos y la determinación de ofrecer la experiencia de cabalgar en un entorno único, son los elementos que se complementan en Hacienda Buena Vista, en Humacao, para brindar a cada visitante la oportunidad de conectar con espacios naturales y explorar la sensación de libertad.

El lugar, que alberga un enorme establo, un rancho, áreas de entrenamiento y cuidado de equinos, ofrece recorridos a caballo a través de una ruta que combina la belleza de los campos de golf de la prestigiosa urbanización Palmas del Mar, con la majestuosidad de la playa y parte del campo de la zona oriental de Puerto Rico.

“Realizamos recorridos a caballo por los campos de golf de Palmas, llegando a la playa Los Bollines y regresando por unos caminos que hemos preparado. En la ruta, llegamos a una zona donde hay un enorme árbol con una bandera de Puerto Rico y tiene una vista espectacular del campo. Tambiéntienen vista de la costa e, incluso, pueden observar la isla municipio de Vieques”, explicó Loraine Maldonado, quien junto a su esposo, el montador Luis René Rivera, alquilaron esta hacienda en el 2019.

El trayecto a recorrer discurre entre el monte y la costa.
El trayecto a recorrer discurre entre el monte y la costa. (Wanda Liz Vega)

“Este negocio lleva más de 30 años, pero antes se llamaba Hacienda Candelero y, en el 2019, nosotros alquilamos la propiedad y le cambiamos el nombre a Hacienda Buena Vista”, detalló.

Cada paseo o recorrido tiene una duración de una hora y, para disfrutarlo, es necesario reservar su espacio.”Trabajamos tres salidas grupales todos los días: 9:00 a.m., 11:00 a.m. y 2:30 p.m. Es por reservaciones y tiene un costo de $65 por persona, más impuestos”, detalló la joven de 32 años, quien también mencionó que cuentan con un espacio para recorridos privados.

Este tour privado sale todos los días a las 4:00 p.m. y está dirigido a personas que deseen tener la experiencia con un grupo particular o solos.

“Dura una hora y media, y se lleva a las personas por los campos de golf, la playa y llegamos hasta una montaña que está al final de la playa. Allá se bajan unos 15 minutos a disfrutar de la vista y después regresan. Se trabaja también por reservaciones y tiene un costo de $130 por persona”, indicó.

Son unos 60 los equinos asignados a estas rutas, lo que permite a los propietarios establecer un plan de trabajo que garantice la calidad de vida de cada animal.

“Los rotamos; los que salen a las 9:00 a.m. no salen a las 11:00 a.m., los que salieron a las 11:00 a.m. no salen a las 2:30 p.m. y los que trabajaron hoy, mañana no trabajan”, destacó la propietaria humacaeña.

Otro de los servicios que ofrece Hacienda Buena Vista es el cuidado de caballos y el entrenamiento de los de paso fino.

Lo que es seguro es que el visitante se deleitará con las vistas durante el recorrido.
Lo que es seguro es que el visitante se deleitará con las vistas durante el recorrido. (Wanda Liz Vega)

“Nos dedicamos al cuidado de caballos de diferentes dueños. Tenemos de personas de Palmas del Mar y personas de afuera. Hay alrededor de 90 jaulas, más las que tenemos afuera que son unas 10 aparte. Mi esposo es el montador que se encarga de prepararlos y tenemos un equipo que cuida de los caballos”, detalló la joven.

En esa línea, Maldonado destacó el logro reciente de uno de sus caballos, Soñador de San Marcos, que obtuvo el primer lugar en el Segundo Clásico de Paso Fino organizado por la Asociación de Dueños de Caballos de Trujillo Alto (ADUCATA), celebrado el pasado 17 de febrero en ese municipio.

En esta hacienda también se ofrecen clases a los aficionados de la equitación o a aquellos curiosos que decidan aventurarse a conocer este deporte.

“Damos clases de equitación para que personas de todas las edades aprendan a montar, desde niños hasta adultos. El horario depende de la disponibilidad”, sostuvo Maldonado.

Para más detalles y reservaciones pueden llamar al 939-891-8282. También pueden acceder a sus redes en Facebook como Hacienda Buena Vista y en Instagram como Hacienda Buena Vista Palmas del Mar.

Fundada en el 1834, fue uno de los pilares de la industria cafetalera en el siglo XIX y principios del siglo XX.